miércoles, 23 de octubre de 2013
Silenzio stampados
Después del enojo de Angelici, los implicados en la pelea del domingo cerraron filas... Los informados fueron a la AFA y, de mínima, les darán una fecha. "Fue grave lo que pasó", dijo Crespi.
Es el cuarto piso de la AFA, en el edificio de la calle Viamonte. Están Ledesma, Caruzzo y Castro frente al Tribunal de Disciplina. Curbelo, Ramis y Mendoza van a enviar su descargo por escrito. No es un juicio, nadie va a bajar el martillo. Ya está bajado, en realidad. Por el presidente Angelici, ayer en Olé . Y porque de antemano se sabía que ninguno de los jugadores iba a poder estar este viernes. Lo que hacen es decir “yo no fui”, tratar de despegarse de la culpa y zafar lo más que puedan. Y no abrir la boca de la puerta para afuera, hacer silencio.
El vice Juan Carlos Crespi lideró la comitiva. Llegó primero, apenas pasadas las 17. Los jugadores y el ayudante de campo de Bianchi, citados para las 18, ingresaron entre las 17.15 y las 17.30. Castro, Ledesma y Caruzzo, en ese orden. Y estuvieron media hora en el Tribunal, acompañados por el dirigente. Les leyeron el informe de Argañaraz y les pidieron que hicieran su defensa en forma verbal. “No le pegué a Curbelo, sólo lo empujé”, explicó el defensor, acompañado por su hijo, en contra del informe del árbitro. Ledesma declaró en el mismo tono, para tratar de suavizar, minimizar y hasta negar.
Después de sus declaraciones, los tres dejaron el edificio en continuado. “Nos pidieron que no hagamos declaraciones”, dijo Ledesma, y casi al trote salió disparado por la calle Viamonte hacia Uruguay. Enseguida, con su nene en brazos, Caruzzo explicó lo mismo y sólo se detuvo a firmar unos autógrafos. Seis cámaras de TV los esperaban, con móviles en vivo. Y por último, se fue José María Castro. Crespi se quedó varias horas en AFA, con intención de conseguir para el jueves una pena lo más leve posible. “Coincido con el presidente, fue grave lo que pasó, esperemos la resolución”, dijo el vice, al salir, cerca de las 20.30. La tendencia, tal como publicó Olé ayer, sigue siendo la misma: una fecha para cada uno. Los colaboradores, sin embargo, podrán pagar una multa.
El silencio de los implicados también tuvo que ver con un pedido de Bianchi. Por la mañana, en Casa Amarilla, el entrenador se paró como suele hacerlo los martes frente al grupo y fue claro. “Lo que pasó ya está, no entren más en ninguna declaración. Ahora hay que pensar en ganar el viernes sí o sí, sino se va a complicar todo”, les dijo, palabras más, palabras menos. En su charla, no dijo que había estado mal ni que había estado bien lo que pasó el domingo en Mendoza, eligió mirar para adelante. Y les avisó que iba a concentrarse un día antes de lo habitual y estar dos noches guardados (ver Los pensionados ).
Tampoco le daba para hablar a ninguno de los que participaron de la gresca por lo que había dicho Angelici en Olé . “Les pagamos para que jueguen y ganen, no para que den esta imagen”, fue el título de tapa, que ayer pasado el mediodía sostuvo en una radio. Y ni al Virrey ni al plantel les gustó cómo el presidente puso los puntos. Ledesma estaba que volaba por esos dichos. Pero la mayoría optó por guardarse. Apenas Chiqui Pérez apareció ayer en los medios y, si bien bancó a Ledesma, evitaron tocarle el tema más sensible, que se imponía como pregunta.
El silencio, está claro, no borra lo que pasó el domingo ni evita las suspensiones. Pero trata de dejarlo atrás. Este ya no es un silenzio stampa, es un silenzio stampados..
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